Evitar la mala adaptación al cambio climático: hacia los principios rectores

La publicación del volumen de la Base de Ciencias Físicas del Quinto Informe de Evaluación del IPCC reafirma una conclusión ya conocida: incluso las reducciones drásticas de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero serán insuficientes para evitar algunos de los impactos del cambio climático, y cada vez es más evidente que el aumento de la temperatura para finales de siglo es probable que supere el objetivo oficial de + 2.°C. Por lo tanto, los esfuerzos urgentes son más necesarios que nunca para apoyar los sistemas socioecológicos amenazados por el cambio climático, pero la forma de hacer que la adaptación ocurra sobre el terreno sigue siendo vaga. Por consiguiente, existe un riesgo real de que la financiación climática pueda apoyar iniciativas que sean realmente perjudiciales para los sistemas socioecológicos, es decir, que fomenten la adaptación a corto plazo pero afecten de manera insidiosa a la vulnerabilidad a largo plazo de los sistemas o su capacidad de adaptación al cambio climático. Esto define generalmente la «maladaptación», y este trabajo afirma que evitar la maladaptación es un primer paso concreto clave hacia la adaptación en un sentido más amplio.

Centrándose en las zonas costeras a escala local y con el objetivo de proporcionar información para ayudar a evitar la mala adaptación al cambio climático sobre el terreno, este documento desarrolla once directrices orientadas a la práctica que abordan las dimensiones ambientales, socioculturales y económicas de las iniciativas de adaptación (políticas, planes, proyectos). En base a esto, afirma que cuantos más directrices aborde una iniciativa, menor será el riesgo de mala adaptación. En conjunto, estas directrices y esta suposición constituyen el «marco de evaluación» para abordar la mala adaptación al cambio climático a nivel local.