Impactos climáticos en Europa. El JRC PESETA II

El objetivo fundamental del proyecto PESETA II del CCI es obtener información sobre los patrones sectoriales y regionales de los impactos del cambio climático en Europa que pueden ocurrir a finales de este siglo. La evaluación se refiere tanto a los impactos biofísicos como económicos del cambio climático.
> En cuanto al horizonte temporal, el proyecto cubre los impactos climáticos durante el período 2071-2100 (también conocido como 2080), en comparación con 1961-1990. El estudio considera los impactos climáticos en cinco grandes regiones de la UE: Europa septentrional (Suecia, Finlandia, Estonia, Lituania, Letonia y Dinamarca), Reino Unido e Irlanda (Reino Unido e Irlanda), Europa Central Norte (Bélgica, Países Bajos, Alemania y Polonia), Europa Central Sur (Francia, Austria, República Checa, Eslovaquia, Hungría, Eslovenia y Rumanía) y Europa meridional (Portugal, España, Italia, Grecia y Bulgaria). El estudio analiza un total de diez categorías de impacto biofísico (agricultura, energía, inundaciones fluviales, sequías, incendios forestales, infraestructura de transporte, costas, turismo, hábitat adecuado de especies forestales y salud humana) y considera un amplio conjunto de simulaciones de modelos climáticos (un máximo de quince para algunos sectores de impacto). Ocho de estos impactos (agricultura, energía, inundaciones fluviales, incendios forestales, infraestructuras de transporte, costas, turismo y salud humana) se integran en un modelo económico para evaluar el impacto en la economía general y el bienestar a nivel regional y de la UE. Sin embargo, incluso si la cobertura de los impactos es relativamente amplia, cabe destacar que el estudio subestima los daños climáticos en Europa debido a una serie de razones. En primer lugar, la cobertura de los efectos debidos a los extremos climáticos es limitada en los modelos sectoriales utilizados en el proyecto. En segundo lugar, no se consideran impactos clave sin precios de mercado, como pérdidas de servicios ecosistémicos o daños a la biodiversidad. En tercer lugar, el cambio climático abrupto o los efectos de pasar los puntos de inflexión del clima no están integrados en el análisis. Por último, el estudio no considera cómo Europa se vería afectada indirectamente por los impactos del cambio climático en el resto del mundo. Por lo tanto, el proyecto no puede captar plenamente la magnitud global de los riesgos derivados del cambio climático en Europa en un contexto a largo plazo. Además, por estas razones, la diferencia entre la referencia y las simulaciones de 2.°C no debe interpretarse como los beneficios de la política de mitigación.<p>