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Esta publicación recopila y resume la evidencia más relevante publicada desde 2008, centrándose principalmente en los 53 Estados miembros atendidos por la Oficina Regional de la OMS para Europa.
Las conclusiones se organizan en torno a los ocho elementos que el documento de orientación original identificó como «básicos» de un plan de acción integral en materia de calor y salud, y cada capítulo se complementa con los resultados de la encuesta de 2019 de la OMS sobre la planificación de la acción en materia de calor y salud, cuando sea pertinente para el tema cubierto. El contenido principal de cada capítulo se describe a continuación.
El capítulo 1 establece el escenario y describe los impactos del calor y la salud, tanto observados como proyectados, centrándose en los países de la Región Europea de la OMS. Las proyecciones indican claramente que sin los esfuerzos adecuados para la adaptación al cambio climático, las exposiciones relacionadas con el calor y los impactos asociados en la salud aumentarán sustancialmente.
El capítulo 2 resume la evidencia sobre la gobernanza de las respuestas de salud pública al calor. La necesidad de definir e implementar respuestas y políticas de salud pública apropiadas y acordadas se ha vuelto cada vez más apremiante, aunque la evidencia disponible sobre lo que constituye una buena práctica en la gobernanza de tales respuestas es limitada. Sin embargo, las cuestiones clave que deben abordarse son cada vez más claras, como la financiación y los recursos humanos adecuados y la participación formal de agentes subnacionales y no estatales.
El capítulo 3 informa sobre los sistemas de alerta sanitaria en relación con el calor y sobre la forma en que los HHAP deben estar respaldados por ellos para obtener respuestas oportunas y eficaces. La literatura científica sugiere que se ha invertido un esfuerzo considerable en mejorar el rendimiento del modelo de alerta y los plazos de entrega, la difusión dirigida y su comprensión entre las partes interesadas de la salud pública. La evaluación de los sistemas de alerta debe llevarse a cabo periódicamente para garantizar una mejora y comprensión constantes.
El capítulo 4 resume la evidencia sobre cómo los planes de información de salud relacionados con el calor comunican los riesgos y recomendaciones del calor. En él se esbozan los enfoques existentes para hacer que los mensajes sobre la salud térmica sean eficaces, y se considera cómo los planes de acción para la salud humana pueden orientar mejor las advertencias, las recomendaciones y la información a sus diversas partes interesadas y audiencias. Los países generalmente han cambiado sus comunicaciones HHAP hacia plataformas de tecnología móvil y basadas en la web, y es importante que tales transiciones se lleven a cabo garantizando la justicia social, sin excluir a los más vulnerables o aquellos con menos recursos.
El capítulo 5 informa sobre los tipos de intervención y las pruebas sobre la eficacia en la reducción de la exposición peligrosa al calor en interiores. Se puede aplicar una amplia variedad de intervenciones y tecnologías de refrigeración pasiva (relacionadas con la vivienda y la refrigeración) y refrigeración activa (como el aire acondicionado y los dispositivos de refrigeración personal). Sin embargo, la comprensión de las necesidades de confort térmico de los más vulnerables al calor sigue siendo limitada, y faltan datos sobre la asociación en tiempo real entre las temperaturas exteriores e interiores en entornos residenciales. Se necesita más investigación sobre los riesgos de sobrecalentamiento y soluciones adaptativas en hospitales, residencias y otros entornos.
En el capítulo 6 se describen las pruebas actualizadas sobre los factores de riesgo y la vulnerabilidad. Esa evidencia está evolucionando y se está volviendo más específica en términos de resultados de salud, mecanismos biológicos, causalidad y vulnerabilidad de diferentes grupos. Hasta la fecha, sin embargo, la mayoría de los HHAP nacionales mencionan a los grupos vulnerables, pero no contienen medidas dirigidas a ellos. Debe hacerse un mayor esfuerzo para sensibilizar y promover medidas de respuesta activa y la formación de los profesionales de la salud y la asistencia social. Es importante reconocer que los subgrupos vulnerables y sus necesidades cambian con el tiempo y requieren un seguimiento y estudio continuos.
El Capítulo 7 informa sobre la preparación del sistema de salud y atención social para el calor. Hasta la fecha, la evidencia sobre las medidas de planificación y respuesta en los entornos de atención médica y su efectividad es escasa. Un desafío clave que queda es el impacto de las olas de calor en los centros de salud y atención social, a pesar de los importantes eventos de olas de calor que se han producido en toda la región europea de la OMS en los últimos años. Es necesario hacer un mayor esfuerzo para compartir las mejores prácticas de planificación y las medidas de respuesta en el sector de la salud.
El capítulo 8 describe cómo la planificación urbana a largo plazo puede reducir los riesgos de calor. Los espacios verdes y azules (agua), los materiales y colores del paisaje urbano y las modificaciones de la estructura urbana son ámbitos clave para la mitigación a largo plazo de los riesgos para la salud derivados del calor y de las emisiones de gases de efecto invernadero. A pesar de su potencial de protección de la salud, las intervenciones de planificación urbana siguen siendo el elemento central de HHAP menos implementado. Faltan herramientas para la acción intersectorial que permitan a los organismos de salud pública influir en las decisiones de gestión urbana con el fin de proteger la salud del calor.
El capítulo 9 explora el uso de los procesos de monitoreo y evaluación como componentes cruciales de los HHAP. La vigilancia de la salud es importante para monitorear los impactos en la salud y evaluar las medidas de respuesta durante y después de los eventos de olas de calor, pero sigue siendo un elemento marginal en los HHAP y debe promoverse. La evaluación implica una acción multidisciplinaria y colaborativa entre las diversas partes interesadas para abordar los diferentes aspectos y componentes del Plan de Acción. El monitoreo y la evaluación formales y constantes de los HHAP son esenciales para comprender su efectividad y posibles áreas de mejora.
El capítulo 10 ofrece un resumen de los mensajes clave del informe, con conclusiones específicas y generales, así como pruebas y lagunas de investigación.
La información seleccionada de este informe se visualiza en la página temática ⁇ Sistemas nacionales de alerta y planes de acción sobre la salud térmica ⁇ del Observatorio Europeo del Clima y la Salud.
Información de referencia
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Contribuyente:
Oficina Regional de la OMS para EuropaPublicado en Clima-ADAPTAR: Nov 22, 2022
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