Reforzar la resiliencia del patrimonio cultural ante el cambio climático: cuando el Pacto Verde Europeo se acerca al patrimonio cultural

El Pacto Verde Europeo es la respuesta de Europa a los grandes desafíos que plantea el cambio climático a nuestras sociedades y pretende convertir a Europa en el primer continente climáticamente neutro de aquí a 2050. En consonancia con los compromisos contraídos en el marco del Acuerdo de París, pretende transformar a la UE en una economía moderna, eficiente en el uso de los recursos y competitiva, sin emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2050, el crecimiento económico disociado del uso de los recursos y ninguna persona o lugar dejado atrás. Sin embargo, el patrimonio cultural no se mencionó explícitamente en el Pacto Verde. Al mismo tiempo, de conformidad con el Plan de Trabajo para la Cultura 2019-2022, se estableció un grupo de expertos de los Estados miembros sobre el refuerzo de la resiliencia del patrimonio cultural frente al cambio climático. El mandato del grupo era explorar las contribuciones del patrimonio cultural al Pacto Verde Europeo y determinar las amenazas y lagunas relacionadas con el patrimonio cultural en el contexto del cambio climático.

Nuestro patrimonio cultural está siendo dañado y perdido como resultado del cambio climático, que está avanzando a una velocidad y escala sin precedentes. Al mismo tiempo, el patrimonio cultural ofrece soluciones ecológicas y sostenibles a la crisis climática. Una solución clave es la renovación de edificios antiguos, que han demostrado ser más respetuosos con el clima que la demolición. La investigación y la innovación son impulsores indispensables del cambio que pueden aportar contribuciones sustanciales en la lucha contra el cambio climático. Las medidas de adaptación y mitigación deben estar en consonancia con los principios de calidad para garantizar la protección del patrimonio cultural, evitando una mala adaptación que dé lugar a una crisis del patrimonio cultural. Las medidas adecuadas estimularán la resiliencia climática, la recuperación económica y el desarrollo de capacidades en consonancia con el Pacto Verde Europeo. El esfuerzo conjunto de Europa, que ya ha producido ejemplos de buenas prácticas, será una fuente de inspiración para otras regiones del mundo.