Se espera que el calentamiento global y la expansión del entorno construido intensifiquen el efecto de isla de calor urbano (UHI) y los consiguientes efectos adversos para la salud. Un nuevo estudio muestra que una cobertura de árboles cada vez mayor hasta el 30 % reduciría las temperaturas en una media de 0.4.°C, evitando alrededor del 1,8 % de todas las muertes en verano en las ciudades europeas, y casi el 40 % de las muertes atribuibles a los efectos de la IDH.