Adoptada el 7 de julio de 2023 por los países de la región europea de la OMS, la Declaración de Budapest formula compromisos y acciones políticos para hacer frente a los riesgos para la salud que plantea la triple crisis del cambio climático, la contaminación y la pérdida de biodiversidad. Podría convertirse en un verdadero punto de inflexión para el compromiso del sector sanitario con el cambio climático y para la contribución de la política climática a la salud. Por lo que se refiere a la política de adaptación, un compromiso clave es el desarrollo, actualización y aplicación de los «Planes Nacionales de Adaptación Sanitaria», bien como documentos independientes, bien como parte de planes nacionales de adaptación más amplios.