Orientaciones sobre el cambio climático y la salud

El cambio climático afecta la salud directamente debido a fenómenos meteorológicos extremos. El calor extremo, el aumento del nivel del mar, las inundaciones, las precipitaciones extremas, las sequías y las tormentas son cada vez más frecuentes y provocan decenas de miles de muertes cada año, principalmente en países de ingresos bajos y medianos.

Los efectos indirectos del cambio climático se deben, por ejemplo, a la inseguridad alimentaria y hídrica, el aumento de la transmisión de enfermedades transmitidas por vectores y el agua, la interrupción del sistema de atención de la salud y los suministros de agua y saneamiento, el aumento de la desigualdad en materia de salud y el desplazamiento/migración de las comunidades.

Todas las personas están expuestas a los efectos peligrosos del cambio climático, pero algunos grupos son particularmente vulnerables, como las personas que viven en pequeñas naciones insulares y otras regiones costeras, megaciudades y regiones montañosas y polares.

Las acciones en el ámbito del cambio climático y la salud implican lo siguiente:

• adaptar y aumentar la resiliencia al cambio climático aumentando la capacidad de hacer frente a los efectos del cambio climático, y responder con el fin de mantener funciones esenciales; este es el enfoque principal de esta sección.
• mitigar el cambio climático, reduciendo o previniendo las emisiones de gases de efecto invernadero; muchas de estas acciones tienen beneficios colaterales, por ejemplo, también reducen la contaminación del aire o ahorran energía. Tales co-beneficios ya se enumeran en las secciones respectivas del compendio — Capítulo 2 Contaminación del aire y sección Vivienda — los más importantes también se enumeran en esta sección.