Impactos y vulnerabilidades

Alrededor de 182 millones de hectáreas (43 % de la tierra de la UE) están cubiertas por bosques u otras tierras boscosas (véase la silvicultura de la UE explicada). Los bosques también representan la mitad de la red Natura 2000 de zonas de protección de la naturaleza, que abarcan 38 millones de hectáreas (más del 20 % de la superficie forestal de la UE).

La rápida tasa de cambio climático puede superar la capacidad natural de los ecosistemas forestales para adaptarse a medida que aumenta la frecuencia y la gravedad de los fenómenos climáticos y meteorológicos extremos, causando eventos sin precedentes, como incendios forestales en el Círculo Ártico, sequías graves en la región mediterránea, brotes de escarabajos de corteza sin precedentes en Europa Central y Oriental, con efectos devastadores para los bosques europeos. Como consecuencia de ello, la viabilidad económica de los bosques se verá afectada, así como la capacidad de los bosques para prestar servicios ambientales (por ejemplo, agua y aire limpios, alimentos y fibras, eliminación de CO₂, reservas de carbono, control de la erosión y hábitat para la biodiversidad forestal).

Marco normativo

La nueva Estrategia de la UE para la adaptación al cambio climático propone un marco político coherente y holístico sobre los bosques europeos. Su objetivo es acelerar la adaptación mediante el desarrollo de soluciones, pasando de la planificación a la aplicación de estrategias y planes de adaptación en todos los niveles de gobernanza, aumentando también la incorporación de la adaptación y un enfoque sistémico para la formulación de políticas. La nueva Estrategia identifica tres prioridades transversales que afectarán al sector forestal: 1) integrar la adaptación en la política macrofiscal, 2) promover soluciones basadas en la naturaleza para la adaptación, incluida la gestión sostenible de los bosques, con nuevos incentivos financieros y certificación de la absorción de carbono, y 3) estimular las acciones locales de adaptación para mejorar los conocimientos científicos sobre los riesgos climáticos, la restauración de los ecosistemas y la gestión sostenible para minimizar los riesgos, mejorar la resiliencia y garantizar la prestación continua de servicios y características vitales de los ecosistemas. También se hará especial hincapié en fomentar la producción colaborativa y transnacional y la transferencia de material de reproducción vegetal de alta calidad a través de políticas y acciones activas para apoyar la adaptación en la silvicultura y la ordenación de los ecosistemas terrestres.

Como parte del Pacto Verde Europeo y de la nueva Estrategia de la UE sobre la biodiversidad hasta 2030, la nueva estrategia forestal propuesta incluye medidas para reforzar la protección y la restauración de los bosques, mejorar la gestión forestal sostenible y mejorar el seguimiento y la planificación descentralizada efectiva de los bosques en la UE, promover su papel multifuncional y contribuir a los requisitos de adaptación mediante el aumento de la forestación, la preservación y la restauración de los bosques.

Además, en julio de 2021, el Reglamento UTCUTS establece un compromiso vinculante para la reducción de las emisiones, para el período 2021-2030, por primera vez en una legislación de la UE. El Reglamento amplía la contabilidad de las emisiones y absorciones de solo los bosques hoy en día a todos los usos de la tierra (incluidos los humedales para 2026). Esto apoyará a los silvicultores a través de una mayor visibilidad de los beneficios climáticos de los productos de madera, que pueden almacenar carbono secuestrado de la atmósfera y sustituir a los materiales que requieren emisiones intensivas.

Mejora de la base de conocimientos

El fortalecimiento de la base de conocimientos se considera esencial para la gestión sostenible de los bosques con los desafíos adicionales que plantea el cambio climático. Los recientes informes especiales del IPCC(Cambio climático y tierra y el informe sobre el calentamiento global de 1,5.°C),indican impactos graves para diferentes tipos de bosques y evalúan las opciones para el uso sostenible de la tierra y la gestión forestal. 

El Sistema de Información Forestal para Europa (FISE) es el punto de entrada único de datos e información para apoyar las políticas forestales en Europa. Contiene vínculos, herramientas y otros recursos pertinentes para mejorar la base de conocimientos sobre el estado de los bosques y la salud, y para mejorar la resiliencia de los bosques, incluida la adaptación al cambio climático en el sector forestal.

La aplicación Forest Forward también se desarrolló para informar a los propietarios de negocios y al personal técnico sobre los impactos del cambio climático en la distribución de especies de valor a la industria forestal. Utiliza datos del Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S), pero otros servicios de Copernicus se pueden utilizar para desarrollar aplicaciones orientadas a los bosques para optimizar la gestión forestal y las actividades económicas conexas.

Recientemente se han publicado varios informes para analizar la tendencia y el estado de los bosques de la UE en diferentes regiones e identificar los retos futuros para el sector (por ejemplo, para los bosques en la cuenca mediterránea, los Alpes y la región de los Cárpatos), a fin de promover la gestión forestal sostenible y la resiliencia climática a través de soluciones basadas en la naturaleza (por ejemplo, el documento de política sobre el cambio climático inteligente: ¡Trabaja con la naturaleza!).

Se han creado varias redes y asociaciones para compartir conocimientos y conectar a las asociaciones forestales y a los trabajadores: la Red ERIAFF de las Regiones Europeas para la Innovación, la Unión de Forestales Europeos, la Casa Forestal Europea (por la Confederación Europea de Propietarios de Bosques), la Asociación Estatal Europea de Bosques, y la Federación Europea de Agroforestería. Además, se ha creado el Instituto Forestal Europeo para llevar a cabo investigaciones y proporcionar apoyo político sobre cuestiones relacionadas con los bosques, conectando el conocimiento con la acción. Por último, la Asociación Europea para la Innovación Agrícola integra diferentes flujos de financiación para que contribuyan a alcanzar el mismo objetivo y duplicar los resultados.

Apoyo a la inversión y la financiación

El Marco Financiero Plurianual (MFP) 2021-2027 es el mayor presupuesto a largo plazo de la UE jamás financiado y, junto con Next Generation EU, asciende a 1,8 billones de euros. El objetivo del MFP es: I) apoyar la modernización de la Unión Europea a través de la investigación y la innovación, ii) promover las transiciones climática y digital, iii) mejorar la preparación, la recuperación y la resiliencia. El 30 % del presupuesto de la UE se destinará a luchar contra el cambio climático, prestando especial atención a la protección de la biodiversidad.

Otras fuentes de financiación de la UE para la adaptación al cambio climático en el sector forestal están disponibles a través del Programa de Acción por el Clima LIFE y los Fondos de Desarrollo Rural con el segundo pilar de la Política Agrícola Común. Los demás Fondos Estructurales y de Inversión Europeos (EIE), en particular el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), incluido el programa INTERREG Europe, pueden complementarlos.

En la página sobre la financiación de las medidas de adaptación por parte de la UE puede consultarse una visión general.

MRE de adaptación

El Tribunal de Cuentas Europeo (TCE) evaluó la financiación de la UE para la biodiversidad y el cambio climático en los bosques de la UE, concluyendo que en general hay resultados positivos pero limitados. Las normas y procedimientos del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural no garantizan una mejor resiliencia al cambio climático. Las propuestas para el futuro incluyen una mayor flexibilidad para los Estados miembros en el diseño de los regímenes de apoyo a la silvicultura, sin abordar esta debilidad en cuanto a la resiliencia climática y la capacidad de adaptación de los bosques. 

Específicamente para la adaptación al cambio climático, no se ha adoptado ninguna legislación para imponer objetivos o exigir medidas específicas por parte de los Estados miembros, ni existe un marco que exija a los Estados miembros mejorar las estrategias de adaptación forestal insatisfactorias. Hasta ahora, hacer que los bosques sean más prominentes en las estrategias de adaptación al cambio climático parece obstaculizado por la falta de conocimiento e información, por ejemplo, en la comprensión de las interdependencias entre el cambio climático y los cambios proyectados de la vegetación forestal. Esta brecha de conocimiento afectó los esfuerzos para implementar una bioeconomía resiliente al clima. En el lado positivo, la nueva estrategia de adaptación al cambio climático de la UE reconoce claramente esta brecha de conocimientos y es considerada por el TCE como uno de los principales instrumentos para abordar el cambio climático en los bosques. Sin embargo, el Tribunal observa también que, en los países y regiones auditados, existen metas e indicadores cuantificados limitados para medidas concretas de adaptación forestal.