Seguimiento de las enfermedades infecciosas en un mundo en calentamiento

Descripción

Con el fin de ayudar a estimular e informar la respuesta de la salud pública, el uso de enfermedades infecciosas sensibles a los indicadores climáticos puede ser un enfoque útil.

El uso de «indicadores» del cambio climático, con el objetivo de rastrear las tendencias históricas y potenciales futuras en áreas clave afectadas relacionadas con el cambio climático, está aumentando. En el ámbito de la salud, estos indicadores van desde cuantificar y caracterizar la exposición, la vulnerabilidad y los riesgos para la población y el sistema de salud. Por un lado, se identificarán y rastrearán los impactos clave en la salud de la población y, por otra, se evaluarán los cambios en la resiliencia y la capacidad de adaptación.

La llamada «enfermedad infecciosa sensible al clima» (CSID) se puede utilizar como indicador del cambio climático. Los indicadores actuales de CSID se centran principalmente en los componentes de idoneidad climática o vulnerabilidad de la población del riesgo de transmisión de enfermedades, a diferencia de los datos de casos o cargas.

Cada indicador CSID tiene como objetivo capturar la idoneidad ambiental de la transmisión de enfermedades vinculando matemáticamente las condiciones preferidas para la transmisión con los datos de entrada del clima. Esto permite una evaluación a largo plazo de cómo ha cambiado la idoneidad ambiental para la transmisión de enfermedades en las últimas décadas, proporcionando un primer paso hacia la atribución del riesgo de enfermedad al cambio climático antropogénico.

Dada la escala y el ritmo del desafío que presenta el cambio climático, el indicador CSID y sus resultados deben combinarse con esfuerzos dedicados para garantizar que se traduzcan a idiomas y formatos que una amplia gama de audiencias pueda entender, idealmente co-diseñados con responsables políticos y usuarios potenciales.

Recientemente han surgido iniciativas para hacer un seguimiento de los impactos del cambio climático (incluido el aumento de la variabilidad en los fenómenos extremos) y los efectos de los esfuerzos de adaptación en las CSID para hacer frente a este desafío.

Se requiereuna mayor inversión para ayudar a tales iniciativas a aprovechar todo su potencial para identificar con precisión la contribución de los factores climáticos del riesgo de enfermedades infecciosas a través del espacio y el tiempo. Por lo tanto, son pertinentes las siguientes recomendaciones para seguir avanzando en las CSID aplicables:

• El desarrollo, la normalización y la implementación de indicadores de cambio climático y salud requieren colaboraciones multidisciplinarias de investigación y grandes inversiones.
• Se requiere una evaluación sistemática de las enfermedades infecciosas sensibles al clima para priorizar las enfermedades para el seguimiento
• Se necesitan metodologías estandarizadas entre enfermedades con resultados vinculados a las tendencias en otros sectores
• Los resultados de los indicadores deben ser accesibles y traducidos a idiomas y formatos para diversos públicos, diseñados conjuntamente con los responsables políticos y los usuarios.
• Los informes científicos deben combinarse con sesiones informativas sobre políticas, narrativas atractivas y resultados creativos para maximizar la cobertura de los medios y la participación de las políticas.

Informacion de referencia