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Evaluación de los riesgos y vulnerabilidades del cambio climático

2.1 comprensión de los riesgos climáticos

La terminología y los conceptos de este capítulo siguen el concepto de riesgo climático más actual del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), tal como se menciona en el AR5 del IPCC (5.º Informe de Evaluación) en 2015. Sin embargo, algunas evaluaciones de riesgo climático y vulnerabilidad existentes todavía se basan en conceptos más antiguos, como el concepto de vulnerabilidad climática del IPCC AR4, pero siguen más o menos un concepto similar. Una ventaja del concepto de riesgo climático AR5 del IPCC es su coherencia con el concepto de reducción del riesgo de desastres, que se utiliza ampliamente en el contexto de la reducción del riesgo de desastres (Informe de la AEMA n.º 15/2017).

Los riesgos climáticos, según el IPCC, son posibles consecuencias adversas para los sistemas humanos o ecológicos causados por los extremos climáticos y el cambio climático. Un riesgo climático (por ejemplo, daños por sequía en la agricultura) se debe a las interacciones entre los peligros relacionados con el clima (por ejemplo, la frecuencia y la intensidad de las sequías) con la exposición (por ejemplo, las tierras agrícolas) y la vulnerabilidad (por ejemplo, resistencia a la sequía de los cultivos, presencia o ausencia de riego) de los sistemas naturales y humanos.

Fuente: IPCC, 2014: Resumen para los responsables políticos.

Un riesgo climático es el resultado de tres factores diferentes: peligro, exposición y vulnerabilidad.

Un peligro es la ocurrencia potencial de un evento o tendencia relacionada con el clima o su impacto físico que puede causar pérdida de vidas, lesiones u otros impactos en la salud, así como daños y pérdidas a la propiedad, la infraestructura, los medios de vida, la prestación de servicios, los ecosistemas y los recursos ambientales. Los eventos son peligros climáticos como sequías, olas de calor, eventos de fuertes lluvias o tormentas. Las tendencias son cambios de inicio lento, como un aumento de la temperatura media, el aumento del nivel del mar o una aridez creciente de una región.

La exposición describe la presencia de personas, medios de vida, especies o ecosistemas, funciones ambientales, servicios y recursos, infraestructura o bienes económicos, sociales o culturales en lugares y entornos que podrían verse afectados negativamente.

Finalmente, el riesgo depende de la vulnerabilidad del sistema expuesto y sus elementos. La vulnerabilidad describe la propensión o predisposición a verse afectada negativamente. La vulnerabilidad abarca una variedad de conceptos y elementos, incluida la sensibilidad o susceptibilidad al daño y la falta de capacidad para hacer frente y adaptarse.

Ejemplo:

Una zona agrícola se ve potencialmente afectada por frecuentes e intensas sequías con ausencia de precipitaciones y altas temperaturas, lo que causa pérdidas de rendimiento y pérdida de ingresos para los agricultores.

El peligro es la propia sequía, descrita por un déficit de precipitación (sequía meteorológica), un déficit de humedad del suelo resultante (sequía agrícola) o bajos flujos en los ríos (sequía hidrológica).

La exposición puede expresarse por la proporción de tierras agrícolas potencialmente afectadas por una sequía o por la proporción de personas que dependen de los ingresos de la agricultura.

La vulnerabilidad del sistema depende de muchos factores como:

  • factores naturales como la resistencia a la sequía de los cultivos
  • factores técnicos como la presencia o ausencia o la eficiencia de un sistema de riego
  • factores relacionados con la capacidad de los agricultores para hacer frente y adaptarse, como la disponibilidad de regímenes de seguro o las opciones para un segundo ingreso del turismo.